(Guayaquil, 1903-1941) Escritor ecuatoriano cuyos cuentos figuran entre los más importantes de la narrativa de su país. Formó parte del Grupo de Guayaquil o Grupo de los Cinco, acaso el más significativo movimiento del siglo XX para la evolución de la prosa en Ecuador.
Cursó los estudios de Derecho y fue profesor de la Universidad en su ciudad natal; ocupó un alto cargo en la administración pública (1939). Sus ideas socialistas lo inclinaron hacia una literatura de fondo social, de realismo dramático, en estilo cuidado y musicalmente vigoroso. En la narración breve se encuentran sus mejores logros, uno de ellos Banda del pueblo, incluido en su colección Horno (1932). Otros libros suyos de cuentos son Repisas (1931), El amor que dormía y Guasinton: historia de un lagarto montuvio (1938). En El amor que dormía (1930) reúne cuentos publicados ya anteriormente: el que da título al libro (1926), Madrecita falsa (1923), La vuelta de la locura e Incomprensión (1926) y El maestro de escuela (1929). La crítica coincide en reconocerlo, además, como el intérprete del campesino de la costa, tema que inspiró su ensayo El montuvio ecuatoriano (1937). La temprana muerte de este gran narrador ecuatoriano cortó la carrera del que pudo llegar a ser una de las primeras figuras literarias de Hispanoamérica.
ENRIQUE GIL GILBERT

Lo más importante de su trabajo se encuentra en los cuentos, especialmente enRelatos de Emmanuel, de 1939, cuyo principal rasgo es la economía de lenguaje que en ellos alcanza. Ubicado claramente en una propuesta de estilo realista y socialmente comprometida, su escritura tiene el mérito de integrar el habla popular a la estructura literaria. Como otros de su generación, intentó interpretar las voces de los desposeídos, y por ejemplo la construcción del Ferrocarril transandino fue objeto de su narrativa. En 1942 publicó Nuestro pan, novela de carácter urbano en la que investiga sobre la unidad del tiempo y propone la necesidad de fragmentarlo para conseguir exponer la verdad histórica.
Joaquín Gallegos Lara
(Guayaquil, 9 de abril de 1911 – ibídem, 16 de noviembre de 1947) fue un novelista y ensayista ecuatoriano. Nació en Guayaquil en medio de una familia pobre, formada por Joaquín Gallegos del Campo y Emma Lara Calderón, donde se formó como intelectual de manera autodidacta. Formó parte del "Grupo de Guayaquil" que, además de ser integrado por Demetrio Aguilera Malta, Enrique Gil Gilbert y él, incluyó a Alfredo Pareja Diezcanseco y a José de la Cuadra, dentro del realismo social ecuatoriano, que es hasta hoy el movimiento literario más importante que ha tenido el Ecuador.
Gallegos Lara mantuvo una activa participación política en las filas de la izquierda.
Junto con sus compañeros del "Grupo de Guayaquil", Gallegos Lara transformó la narrativa ecuatoriana y proyectó la literatura del Ecuador al mundo por medio de estampas tremendas de violencia verbal y física; además fue característica la reproducción fonética del habla montuvia. Los cuentos de Gallegos Lara combinan trágicamente una violencia inocente y premoderna con la fatalidad de una especie humana que se busca a tientas. De entre sus cuentos cabe destacar: "El guaraguao" y "Era la mama".
En 1947, poco antes de su muerte publicó La última erranza (cuentos).
Demetrio Aguilera Malta
(Guayaquil, 1909 - México, 1981) Escritor ecuatoriano. Demetrio Aguilera pasó su infancia en San Ignacio, una isla del Golfo de Guayaquil; se presume que allí descubrió al "cholo", personaje recurrente de su escritura.
Tenía 21 años cuando, junto con J. Gallegos Lara y E. Gil Gilbert, publicó el volumen de relatos Los que se van (1930), considerado el primer texto moderno de la literatura de Ecuador. Desde muy joven militó en el partido comunista y ejerció como corresponsal periodístico; en calidad de tal presenció los conflictos del canal de Panamá y la Guerra Civil Española (1936-1939), en la que apoyó abiertamente al bando republicano. Viajero infatigable, residió en México desde 1958.
El conjunto de su producción literaria se sitúa en la línea de protesta social iniciada por Jorge Icaza. Su obra narrativa ofrece una mezcla de criollismo (La isla virgen, 1942) y de denuncia del colonialismo (Canal Zone. Los yanquis en Panamá, 1935). Con posterioridad, se orientó hacia la novela histórica (Un nuevo mar para el rey, 1964) y hacia el realismo maravilloso (Réquiem para el diablo, 1978). Destacó también como reportero (¡Madrid! Reportaje novelado de una retaguardia heroica, 1937) y como autor dramático; sus piezas para la escena quedaron recogidas enTeatro completo (1970).
La que es quizá su más importante novela, Don Goyo (1933), narra la vida, muerte y sucesiva mitificación del trabajador escindido entre la tradición y la modernidad. Esta narración plantea no sólo el conflicto del hombre y la naturaleza; ilustra también los que se derivan del enfrentamiento del hombre con las exigencia de la sociedad, en consonancia con los parámetros ideológicos del grupo de Guayaquil, que había fundado con J. Gallegos Lara y E. Gil Gilbert. Novela de formación, en ella se vislumbran temas contemporáneos que cuestionan principios de desarrollo, tradición y nacionalidad. Su mayor logro consiste quizás en su reivindicación de los imaginarios mestizos, que le han valido ser considerado el más claro antecedente del realismo mágico latinoamericano.
Alfredo Pareja Diezcanseco

Nació el 19 de noviembre de 1908 en Guayaquil.
Su labor fue vasta y lúcida, en los dos campos a los que se ha dedicado. Formó parte del "Grupo de Guayaquil" y siempre reivindicó la libertad del creador para gestar su obra. Con una personalidad sensible, inteligente y críticamente observadora. Con gran capacidad de novelista conocedor de la historia analizó críticamente al Ecuador y a sus hombres.
En 1979 se le concedió el Premio Nacional "Eugenio Espejo" en reconocimiento a la totalidad de su obra. Entre otros cargos importantes fue designado Canciller de la República en el Gobierno de Jaime Roldós Aguilera y luego Embajador en París.
Alfredo Pareja Diezcanseco falleció en Quito el 3 de abril de 1993.
El Grupo de Guayaquil es uno de los más importantes dentro de la narrativa del realismo social, puesto que sus integrantes realizaban narraciones utilizando el lenguaje propio de la gente montuvia.
ResponderEliminarNo debemos olvidar que el Grupo de Guayaquil nos dieron a conocer sus relatos sin dejar de lado su tinte tremendista,es decir nos relataban las cosas tal como ocurrían demostrando así su característica que los unió y convirtió en grandes narradores de nuestro país.
ResponderEliminarTres de los poetas que conformaron el Grupo de Guayaquil, escribieron na colección de cuentos llamados "Los que se van".
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